Dodgers y Blue Jays empatan la marca del juego más largo en la historia de la Serie Mundial
En una noche que pasará a los anales del béisbol como un testimonio de resistencia y drama, el tercer juego de la Serie Mundial entre los Dodgers de Los Ángeles y los Blue Jays de Toronto culminó en un maratónico encuentro que igualó el récord histórico del partido más prolongado en la historia de la Serie Mundial. El encuentro, que se extendió por siete horas y 20 minutos, finalizó con una victoria ajustada de 6-5 para los Dodgers en la parte baja de la 18ª entrada, dejando a los aficionados exhaustos pero extasiados.
Este hito se registró en el Dodger Stadium ante más de 52.000 espectadores, bajo un cielo estrellado que pareció contener la respiración junto con los jugadores.
El juego, iniciado a las 8:00 p.m. del lunes, se convirtió en un duelo de titanes donde los lanzadores dominaron la narrativa. Este maratón empata el récord establecido en el Juego 2 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 2018 entre Astros y Red Sox, que duró siete horas y 20 minutos en 18 entradas. Anteriormente, el juego más largo de la postemporada había sido el de 2005 entre White Sox y Angels, con seis horas y 45 minutos. Para los Blue Jays, esta derrota dolorosa los pone en desventaja 2-1 en la serie, mientras que los Dodgers, campeones defensores de 2024, recuperan el impulso en casa.
