Movimiento antivacunas: una amenaza letal para la salud pública

El resurgimiento de enfermedades prevenibles como el sarampión en México y otros países ha puesto en el ojo del huracán al movimiento antivacunas, impulsado por desinformación y figuras controvertidas como Robert F. Kennedy Jr., quien, desde su influencia en Estados Unidos, promueve políticas que cuestionan la seguridad de las vacunas.
Este fenómeno, arraigado en mitos como la falsa relación entre vacunas y autismo, ha crecido alarmantemente en los últimos años, fomentando la reticencia vacunal y erosionando la confianza en sistemas de salud pública consolidados.
Los daños son devastadores: en 2025, la baja cobertura vacunal ha provocado brotes masivos, sobrecargando hospitales y causando muertes evitables, con un impacto económico que va más allá de la salud individual al generar cargas millonarias para los sistemas públicos.
En México, la política antivacunas en Estados Unidos agrava el problema transfronterizo, facilitando la importación de brotes y afectando directamente a comunidades vulnerables. Expertos advierten que esta "ignorancia letal" no solo revive epidemias extintas, sino que amenaza logros globales como la erradicación de la polio.
Ante esta crisis, autoridades y organizaciones como la OPS urgen campañas de educación y vacunación masiva para contrarrestar la desinformación en redes sociales.
"Debemos evitar que la desconfianza crezca más", alerta un epidemiólogo estadounidense, recordando que la inmunización colectiva es la mejor defensa contra estas ideas pseudocientíficas que ponen en riesgo a generaciones enteras.